Tal y como lo indica su nombre, los adverbios sustantivados son todos aquellos que experimentan un proceso de sustantivización. Esto sucede cuando algún adverbio se comporta o, mejor dicho, adquiere la característica de un sustantivo, es decir, cuando se convierte en el sujeto de una oración. De hecho, este proceso casi no suele ocurrir con los adverbios, ya que es muy difícil que uno de ellos funcione como sustantivo en una oración.
Sin embargo, cuando un adverbio se sustantiviza pierde evidentemente sus características de adverbio para comportarse como un sustantivo y convertirse de esta forma en el núcleo de la oración.
Ejemplo de adverbios sustantivados:
El mañana no es importante.
Eso es lo mejor para ti.
Tiene que ser pronto.
La tarde está muy bella.
Nunca me gusta decir jamás.
Para ti el hoy es todo.
Todo sucedió muy de prisa.
Quisiera creerle siempre.
Todo va a salir bien.
Cuentas conmigo siempre.